Canal de la Espartera – Pico de la Carne – Matas Verdes – Arenales del Trevenque

Excursión realizada el día 2 de abril de 2017.

Se trata de un trayecto de dificultad media baja que comienza y finaliza junto al Cortijo Sevilla y el Canal de la Espartera, al sureste de La Zubia. La distancia cubierta se sitúa en torno a los 17 km.

Radiante día de domingo que aprovecharon muchos para subir a las inmediaciones de Cumbres Verdes para comenzar por la zona alguna de las muchísimas rutas que se pueden realizar en esa zona. Por nuestra parte, bajamos de los coches, nos pusimos crema solar y tomamos el camino que sale hacia la izquierda desde el Canal de la Espartera, un carril de tierra que nos lleva hasta el Puente de los Siete Ojos.

Nada más atravesar el puente comienza una pendiente empinada hacia las alturas que poco a poco nos eleva hacia miradores espléndidos. El Trevenque, los picos de Sierra Nevada, la Boca de la Pescá, las crestas de los Alayos e incluso en la lejanía montañas como El Lucero.

carne001
Boca de la Pescá con su puesto forestal y lejanas estribaciones de la Sierra de Tejeda y Almijara

Existen dos maneras de alcanzar el techo del día, a saber, el Pico de la Carne. Uno va más directo, aprovechando la cresta desde Cerro Gordo. Es más empinado (y exigente) y finaliza de modo que se debe rodear el pico por la base o medio escalar. La otra opción supone recorrer un sendero por la falda del pico, a la izquierda según avanzamos, para llegar a un punto desde el que se puede continuar viaje o subir por un arenal. Nuestro grupo se dividió entre ambas opciones.

carne002
Ascenso por la cresta, vía más directa pero algo más dura.
carne004
El Pico de la Carne visto desde el nornoreste. Como telón de fondo, los Alayos.

Coronado o no el pico habremos ascendido entre 300 y 350 metros de desnivel. Ahora tomamos el camino que lleva hacia Cerro Gordo aunque no llegamos a subir hasta su cima y la dejamos a nuestra izquierda. Las vistas al Trevenque y a Sierra Nevada ganan protagonismo. El sendero, por lo demás, es bastante fácil de seguir. En un momento dado, lejos a la izquierda, aparece el carril que tomaremos en dirección este. Algunos lo enfilan casi directo pero otros aprovechamos para seguir cresteando.

carne005
Cima del Pico del Tato. Apenas se vislumbra en el centro de la foto algunos de mis compañeros. A la izquierda, el carril.

carne006

carne007
Sostenida con dificultad, una hermana lejana de la famosa piedra de la Ciudad Encantada.

Los que aún no lo habíamos hecho, descendemos al sendero y continuamos en dirección este. Dejamos el desvío a la Cortijuela y nos encaminamos en una nueva subida hacia el bonito y frondoso paraje de Matas Verdes. En este momento alcanzamos el punto álgido de la excursión, casi 1900 metros sobre el nivel del mar. La zona tiene mayor vegetación de la vista hasta el momento y pronto nos rodean los pinos. También abundan el romero y la aulaga.

Desde ahí cambiamos rumbo y comenzamos a descender haciendo una gran curva por la Solana de la Dehesa, en la falda de la Loma de los Panaderos, hasta llegar a la fuente del río Aguasblanquillas.

carne008
Solana de la Dehesa.

Comemos en la zona y seguimos. Vamos saliendo poco a poco de la parte boscosa que de manera paulatina pasa a matorral bajo y, finalmente, cambia el paisaje por completo. Nos encontramos en el páramo casi lunar de los arenales del Trevenque, digno escenario si así se quisiera de una película del oeste. A muchos puede parecerles un lugar yermo y desolado pero a mí me resulta especialmente sugerente.

carne009
Ojo con las emboscadas de indios y forajidos.
carne010
Este árbol, con su sombra, resistiendo en medio del erial, merecía un toque artístico en blanco y negro.
carne011
Descendiendo. Apenas se nota pero por encima del caminante hay un resquicio de luna en cuarto creciente.
carne012
Punto final de los arenales.

Cuando terminamos el paseo por esta zona y ascendemos al pequeño parapeto, aparece ante nuestra vista en la lejanía el lugar del aparcamiento de los coches. Existen muy diversos caminos y senderos que nos conducen allí, algunos más empinados y otros menos, y cada cual escoge el suyo. En 30 o 40 minutos estamos de nuevo en el punto de inicio.

Puente Cambil – El Lucero

Excursión realizada el día 26 de marzo 2017.

Se trata de un trayecto de dificultad media que comienza y finaliza en el punto kilométrico 6,8 de la pista sin asfaltar que parte de la GR3302 (carretera entre Arenas del Rey y Fornes) en su desvío dirección La Resinera. La distancia cubierta se sitúa en torno a los 20 km.

Este domingo teníamos una cita muy esperada por algunos de los miembros del club. El mítico Lucero de la Sierra de Almijara. Distintas circunstancias habían concurrido para hacer que lleváramos cierto tiempo sin visitarlo. Aunque se programó en diversas ocasiones, el mal tiempo había impedido subir.

Nos pusimos en marcha y nos dirigimos hacia el punto de partida. Conviene advertir que el camino a partir del desvío hacia la Resinera está sin asfaltar y no faltan socavones y piedras sueltas. En principio, con una conducción prudente no importa si se va en un turismo de suelo bajo, pero hay que extremar la precaución.

En principio se había pensado comenzar en el punto de información de La Resinera, pero esto alargaba la excursión casi 10 kilómetros, todos ellos por pista, así que se optó por avanzar con los coches hasta el Puente Cambil. El lugar es inconfundible porque en él, aparte del puente, hay una valla que impide continuar con vehículos a motor, excepto autorizados. Aparcamos y echamos a andar.

El día se presentaba inmejorable. Fresco por la umbría en la zona baja y el viento en la alta, pero despejado. Empezamos la caminata en dirección suroeste con ligerísimo ascenso nada más pasar el puente sobre el río Cacín. El pinar nos rodea, acompañado de densas matas de romero.

lucero001
Comenzamos el paseo.

En determinado punto, aparte del ruido del río que nos acompaña casi todo el rato, a la izquierda nos sorprenden unas chorreras que forman un pequeño estanque.

lucero002
Chorreras de la Loma del Madroño.
lucero003
Delicadas flores de brezo.

Y llegamos por fin junto a una caseta, momento de desviarnos hacia el oeste y tomar la Cuesta Parda hasta el Collado Cacines. Como su nombre indica, se trata de un sendero que asciende con fuerza para elevarnos unos 300 metros de desnivel. En el bonito collado nos detenemos para desayunar y recuperar fuerzas para lo que aún nos queda.

Continuamos con otros 200 metros de desnivel en los que va desapareciendo el pinar y se adueña de la zona el matorral bajo y la piedra característica de la zona. La recompensa, no pequeña, nos espera al llegar al Collado de la Perdiz o Puerto Llano. Allí se abre la montaña y nos deja contemplar kilómetros y kilómetros de costa mediterránea.

lucero004
Casi hemos llegado al Puerto Llano.
lucero005
Puerto Llano. Torrox en la lejanía.
lucero006
Vista suroeste desde este estupendo balcón a la Axarquía.

Nos reagrupamos y tras el disfrute y la contemplación, es hora de fijar la atención en nuestra meta principal, que se yergue orgullosa e indiferente ante el embate del viento.

lucero007
Cerro de los Moriscos o Lucero

Tal vez sea oportuno hacer una precisión terminológica. Pese a que popularmente se conoce al pico al que nos dirigimos como El Lucero, en los mapas suele aparecer como Cerro de los Moriscos. A cambio parece que se mezcla el nombre de Cerro de la Mota y Cerro del Lucero en la formación que se eleva al poco de pasar el Puerto Llano hacia el oeste. Sea Lucero o Morisco, Cerro o Pico, empezamos a ascenderlo.

Sigue su trazado un zigzagueo bien elaborado que lo hace bastante llevadero y permite superar, dosificando el esfuerzo, el arisco pedregal de caliza dolomítica. Es de advertir que alguno de sus pasos no será trago agradable si se padece de vértigo. A cambio las vistas resultan soberbias.

lucero008
El ascenso nos descubre distintos miradores.
lucero009
Cima del Cerro de los Moriscos / El Lucero.

Y cuando ya las fuerzas van menguando obtenemos el gran premio, al doblar un recodo y por fin descubrir la inconfundible silueta de los restos del cuartel-refugio abandonado en la cima. Al fondo una Sierra Nevada poco reconocible para los que solemos contemplarla desde el oeste o el norte.

En este punto como ya se ha dicho se construyó en 1948 un puesto de la Guardia Civil para luchar contra el maqui primero y los estraperlistas después. Con el tiempo su utilidad devino inútil y su mantenimiento difícil de modo que fue abandonado y así permanece. Ahora cobija del viento a los visitantes.

lucero010
Detalle de la pared superviviente.
lucero011
El mar a la derecha y estribaciones montañosas, incluido el Navachica, a la izquierda.
lucero012
La Maroma, ligeramente nevada, Cerro Malas Camas y La Chapa, entre otros.

Subyugados por el paisaje, da igual hacia dónde mire uno. Nos quedamos en el lugar pensando, haciendo fotos, esperando a los rezagados. Se despliega ante nosotros el Mediterráneo, la Axarquía, la Maroma, el pantano de los Bermejales, la lejana Sierra Nevada… Al final, con un esfuerzo y gracias al potente viento, rompemos el encanto y vamos, poco a poco, tomando el camino de regreso.

lucero013
Bajada en zigzag.
lucero014
Vista desde el Puerto de la Mota.

Comemos a resguardo del soplo de poniente en la zona del Puerto de la Mora, a escasos metros de los restos de un refugio de la guerrilla. Aquí es difícil no tropezarse con algún trozo de historia y a mí me viene a la memoria lo leído sobre la Agrupación Roberto, pues esta fue la zona que sirvió de telón de fondo a su difícil sobrevivir.

Procuro no recrearme demasiado en esos pensamientos y con el resto del grupo echo a andar en el descenso que nos lleva por el Puerto de los Tropezones hasta el Camino de la Cuesta Parda. En la Rambla Mota y al llegar a un cruce de caminos torcemos hacia la derecha en dirección este.

lucero015
Por el Camino de la Cuesta Parda.

En determinado momento nos encontramos con la posibilidad de seguir lo que queda del sendero o ascender por un corta fuegos hacia la derecha. En esta ocasión hacemos lo segundo y conectamos casi directo con el Collado de Cacines donde estuvimos desayunando. Desde aquí solo queda desandar el camino de la mañana, volver a la pista junto al Cacín y, finalmente, al punto de inicio.

Ferreira – La Ragua – Aldeire

Excursión realizada el día 26 de febrero 2017.

Se trata de un trayecto de dificultad media que comienza en Ferreira y finaliza en Aldeire. La distancia cubierta se sitúa en torno a los 20 km.

Una soleada mañana nos esperaba este domingo pasado al llegar a Ferreira. Era de agradecer porque durante el viaje la espesa bruma que cubría la zona de Sierra de Huétor vaticinaba algo muy distinto. No obstante, pasado Guadix, el cielo se despejó y pudimos dar inicio a la jornada con buen pie, atravesando el bonito pueblo que descansa en la falda norte de Sierra Nevada.

ferreira001

Callejeando por Ferreira

Toda la primera parte del itinerario resulta en un ascenso, primero suave y, poco a poco, más empinado, para salvar los 1000 metros de desnivel que nos separan del puerto de La Ragua. Dejamos las estribaciones de Ferreira, la ermita de la Virgen de la Cabeza, los almendros en flor, y continuamos en dirección sur remontando el curso del Arroyo Chico. A continuación subimos la Loma del Peñón de Enmedio y cerca de su final aprovechamos una zona soleada para desayunar.

ferreira003

Sigue el camino y pronto empezamos a contemplar pequeños neveros que van creciendo en tamaño según avanzamos.

ferreira004
Masas boscosas y nieve desde un mojón del Camino Sulayr

El último tramo hemos ascendido desde los 1700 metros hasta los 2000 y nos topamos con la carretera que atraviesa el puerto. Nosotros tenemos que cruzarla y seguir ascendiendo por el otro lado.

ferreira005
Carretera del puerto de la Ragua

Desde este punto la cosa se complica. La nieve aumenta en la dirección que tenemos que seguir y nos obliga a caminar en dirección oeste antes de lo previsto. Ascender por la loma hacia La Ragua sin raquetas resulta impracticable. De este modo nos adentramos en el Barranco del Robo intentando evitar las zonas cubiertas de nieve y hielo.

ferreira006
Examinando opciones
ferreira007
Bonito crocus en plena floración
ferreira008
Barranco del Robo

Aprovechamos una pista que tiene la nieve muy prensada y nos permite avanzar a buen paso a través del cada vez más espeso pinar.

ferreira009
Carteles indicadores

Salimos de la pista y damos un giro hacia el sureste para ascender y recuperar el camino. Al salir de la espesura nos aguarda una impresionante panorámica de la sierra.

ferreira010
Vista del Morrón Mediodía, si no me equivoco

Todos nos quedamos extasiados contemplando el panorama que se nos ofrece a partir de este momento. Destacan el Morrón del Hornillo, Morrón Sanjuanero, el Morrón del Mediodía y el Alto de San Juan. Cubiertos de nieve y enmarcados en sus límites inferiores por hectáreas de pinos. El esfuerzo de la subida ha merecido la pena.

ferreira011
Contemplando la montaña

Veréis que el título de la entrada es un poco engañoso porque no pudimos alcanzar La Ragua, pese a que formaba parte del «plan». Seguimos hacia el oeste bordeando la nieve. No resulta fácil porque en su límite suele haber barro resbaladizo y a veces algún tronco caído de pino dificulta aún más el avance.

ferreira012

ferreira013
Frente a la inmensidad de la montaña. Por cierto, detalle en la nieve, cierto color marrón debido a las lluvias de arena de la semana pasada procedentes de África

Alcanzamos el Cortijo de las Chorreras donde aprovechamos para comer. Desde allí parte el camino hacia Postero Alto pero nosotros vamos a cambiar de rumbo, hacia el norte para dirigirnos en constante descenso hacia Aldeire. De ahora en adelante los kilómetros que nos faltan por recorrer son todos de descenso. La nieve nos abandona y nos cubren de nuevo los pinos.

ferreira014
Vista de Aldeire a lo lejos. También se aprecia el Castillo de la Calahorra

El resto del itinerario es un bonito paseo sin dificultad, primero por un cortafuegos y después por senderos bien marcados. No obstante son varios los caminos que se entrecruzan y conviene estar atentos para no desviarnos. Cuando nos queramos dar cuenta estaremos en las inmediaciones del Área Recreativa la Rosandra donde volvemos a ver almendros en flor e impresionantes castaños centenarios que parecen tener esculpidas, por las torpes manos de un elfo negro, extrañas y vetustas caras. De raíces y troncos vigorosos pero chaparros, parecen haber sido podados mil veces y mil veces haber sobrevivido al invierno y a los humanos. Que siga siendo así por mucho tiempo.

ferreira015
Castaño disfrutando del sol
ferreira016
Atravesando el riachuelo por uno de los pasos que nos encontramos en el camino
ferreira017
Almendro en flor

Y no hay mucho más que contar. Llegamos a Aldeire que viste a sus jóvenes estos días de galas carnavaleras, contemplamos su iglesia mudéjar, a lo lejos las ruinas del acostumbrado castillejo. Llega el tiempo de regresar a casa, aunque apetezca demorarse por el lugar un poco más.

Para terminar dejo aquí una foto grupal cortesía de Alicia.

dsc01386
No hay nieve que nos detenga 🙂

Nívar – Sierra de Huétor

Excursión realizada el día 8 de enero 2017.

Se trata de un trayecto de dificultad media-baja que da comienzo y finaliza en la localidad de Nívar. La distancia cubierta se situó en torno a los 18 km.

Acabadas las fiestas de esta época tocaba retornar al campo y continuar con la otra mitad de nuestro programa. En esta ocasión regresamos a la Sierra de Huétor, un lugar del que es difícil cansarse y que, en esta época del año, ofrece panorámicas incomparables de Sierra Nevada.

Dimos comienzo a nuestra andadura en las cercanías de Nívar. La mañana se presentaba fría pero agradable, sin asomo de nube en el horizonte. Comenzamos un ligero ascenso por la cara suroeste de la Sierra de la Yedra y tras superar unos 150 metros de desnivel nos fuimos dirigiendo en dirección norte y noreste siguiendo la falda de dicha sierra. En esta parte de la excursión se aprecia Cogollos Vega y los impresionantes cerros que limitan al este con la población.

nivar001
Cogollos Vega
nivar002
Peñón de la Mata

Allí caía el sol que a nosotros nos faltaba por la mañana, dado que paseábamos por una bonita umbría en la que, aquí y allá, destacaba en el suelo el blanco de la escarcha.

nivar003
Zonas con escarcha
nivar004
Detalle: piñas con escarcha

Seguimos bordeando toda la sierra por el sendero que lleva a Carifaquín y desde ahí ascendemos a la cresta para llegar al Cerro de la Yedra. En su entorno se encuentras unas trincheras de la guerra civil de las que se conservan bastantes restos, siendo tal vez el más curioso las escaleras que se cimentaron al cobijo de una roca.

nivar007
Escalera de las trincheras de la Yedra
nivar005
Corredor de acceso a nido de ametralladora orientado al Peñón de la Mata
nivar006
Interior del nido de ametralladora
nivar008
Puesto de vigía oculto en la roca. Foto solo apta para valientes 🙂

Desde allí descendemos un poco para aprovechar el carril que va en dirección este hasta determinado punto en el que se bifurca. Nosotros elegimos en el cruce el camino que se dirige al sur hasta la llamada Loma de Juan. En ese punto rodeamos otro cerro para visitar el abandonado Sanatorio para tuberculosos de la Alfaguara.

nivar009
Llegando a las ruinas del sanatorio

El lugar, desolado, es bien conocido por sus famosas leyendas acerca de fantasmas y espíritus, lo que le ha convertido en un punto neurálgico de cualquier mapa de sucesos paranormales en España.

nivar010
Pues no, no aparece ningún ectoplasma en la foto y mira que lo intenté
nivar011
Techo apenas agarrado a la parte superior. Me ha tentado poner algún fantasma en la foto, no lo voy a negar

Dejando a un lado el mundo del más allá, en el de más acá lo que sí se ofrece en el lugar es un estupendo mirador a Sierra Nevada, cubierta de nieve.

Seguimos rodeando el cerro y se llega a la Fuente Fría que estaba cortada este día. Es un paraje bonito, ahora lleno de musgo y fresco.

Nuestro camino regresa a la Loma de Juan y se dirige a la zona de la Alfaguara. Dejamos el campamento a la derecha y enfilamos hacia la Cueva del Agua en un continuo pero apacible ascenso. Al llegar tenemos otra vez ocasión de contemplar los alrededores y, por supuesto, Sierra Nevada, sin obstáculo montañoso que reduzca la visibilidad. Es, probablemente una de las vistas más despejadas y amplia que se puede tener de la sierra.

nivar012

También se encuentra allí la conocida cueva que da nombre al paraje, cerrada para evitar su deterioro. Parece que el lugar fue utilizado desde muy antiguo y reaprovechado como escondite durante la guerra civil. Un poco más arriba de este lugar paramos para comer.

Terminado el ágape nos ponemos las mochilas de nuevo y seguimos el sendero hacia el oeste. Siguiendo el mismo daríamos una vuelta que nos llevaría a la Cruz de Víznar pero nosotros lo abandonamos para llegar a la Cruz de Alfacar, a unos 1490 metros de altitud. De nuevo el paisaje exige una parada para la contemplación y para las fotos de rigor. En la lejanía, desde tan privilegiada atalaya, llega a vislumbrarse el Pantano de Cubillas.

nivar013
Aquí pensé en Iwo Jima. Así están las cabezas

Desde aquí toca ir descendiendo, aprovechando el Barranco del Puerto que se encuentra al norte de la cruz, llegar a la carretera e irla cruzando con cuidado, entre encinas y olivos, mientras contemplamos cuevas y escaladores en las paredes que nos cercan. Finalmente llegamos al punto en el que dejamos los coches.

Güejar Sierra – Jarales – Granada

Excursión realizada el día 11 de diciembre 2016.

Se trata de un trayecto de dificultad media-baja que da comienzo en Güejar Sierra y finaliza en Granada capital. La distancia cubierta se situó en torno a los 16 km hasta la altura de Puente Verde.

En esta ocasión nos desplazamos por medio de autobús de línea hasta Güejar Sierra, uno de esos pueblos con un encanto especial y sabor montañero, que da acceso a múltiples rutas a uno y otro lado del Genil.

Una vez allí nos pertrechamos prudentemente contra el frío aunque al final no hubo tal. Desde el lugar en el que nos dejó el autobús ascendemos junto a la plaza principal del pueblo y ascendemos por la izquierda. Es esta la parte de mayor desnivel, llevadero no obstante. En breve queda a nuestras espaldas el pueblo y algo más al oeste, el pantano de Canales. Proseguimos.

jarales000

El ascenso nos lleva junto al Cerro de las Trincheras y nos ofrece las primeras panorámicas de la Sierra, hoy haciendo honor a su nombre, Nevada. El sol y el cielo despejado. Poco más puede pedir el caminante.

jarales003

Aún nos elevamos otro poco y ascendemos al Alto de los Jarales, nuestro techo de hoy, que ronda los 1475 metros.

jarales001

Hacemos descanso y desayuno en este punto.

jarales008r

Podemos dirigir la vista al noroeste y vislumbrar la Sierra de Huetor, Huetor Santillán, las minas a cielo abierto, Quentar… Al sur el Embalse de Canales y más hacia el este, la cara norte de Sierra Nevada y sus picos brillantes de nieve. Al oeste, el terreno sigue un continuo descenso y puede ya intuirse en la lejanía, Granada.

jarales002
Vista hacia el oeste desde el Alto de los Jarales

Escondidas, entre la poca maleza que crece en estos altozanos, pueden encontrarse aquí y allá algunas setas. Por lo demás la vegetación es escasa.

El sendero, de ahora en adelante todo descenso, nos lleva primeramente a una caseta y más tarde, siguiendo el cresteo, hasta el Alto de Crucero Gallo, que cobija por el norte al pueblo de Pinos Genil.

jarales004
Caseta
jarales009r
Cresteando
jarales005
Cruz en el Alto de Crucero-Gallo. Al fondo el embalse de Canales y Sierra Nevada.

Tras una bajada algo más dificultosa por el estado del sendero llegamos a una pista zigzagueante que nos da la opción de bajar a Pinos Genil o seguir hacia el este. Nosotros debemos continuar por esta última.

Según bajamos nos empezamos a ver rodeados de algunos árboles, especialmente olivos, cuyas aceitunas andan ahora vareando pues es época.

jarales006
Olivo cargado de frutos

Llegamos a la estribación de la carretera que habremos de cruzar, pero justo antes dejamos a un lado las ruinas de lo que fue una fábrica de papel, al parecer llamada en su tiempo «El Blanqueo». Hoy día su enhiesta torre se erige testigo mudo de la labor empresarial y filantrópica de la familia Wilhelmi. Aunque la fábrica la fundó Fernando Wilhelmi, durante cierto tiempo la dirigió la interesante, avanzada y hoy día algo olvidada Berta Wilhelmi, aquella a la que hoy día asocia todo el mundo en Granada al Sanatorio de Tuberculosos de la Alfaguara y por motivos harto espurios para sus merecimientos. Otra de tantos «granadinos» nacidos fuera, como el Duque de San Pedro Galatino, enamorados de Granada, y terriblemente dejados a un lado con el paso del tiempo salvo, quizás, en Pinos Genil. Vaya desde aquí mi reconocimiento y admiración. Para quienes deseen conocer un poco más de Doña Berta:

https://granadapedia.wikanda.es/wiki/Berta_Wilhelmi
http://lanaranjadelazahar.blogspot.com.es/2008/10/berta-wilhelmi-1858-1934.html

jarales007
Ruinas de la fábrica de papel

Disculpen la digresión: estábamos cruzando la carretera. Llegamos a un campo de fútbol de arena, lo circunvalamos y atravesamos después un puente a la altura de la unión del Aguas Blancas y el Genil. Proseguimos en dirección oeste por un bonito paraje típico de vegetación ribereña otoñal mientras dejamos Cenes de la Vega hacia el norte. No tardamos en alcanzar las estribaciones de la capital granadina en la que popularmente se conoce como avenida o carrera del Colesterol por motivos obvios.

jarales009r2

Desde aquí existen variantes como el ascenso al Cerro del Sol o visitar la Fuente de la Bicha y ascender para salir hacia El Serrallo. Nosotros optamos por terminar la excursión saliendo al Paseo de la Bomba y desde ahí a nuestras respectivas casas.

Aprovecho para agradecer a Rafael sus fotos, algunas de las cuales he tomado prestadas para esta entrada.

 

Fuente de la Gitana – Cerro Bermejo

Excursión realizada el día 23 de octubre 2016.

Se trata de un trayecto de dificultad media-baja que da comienzo y finaliza en el Área Recreativa Fuente de la Gitana, cerca de La Peza. La distancia cubierta se situó en torno a los 10 km.

He dado el título a esta entrada de Fuente de la Gitana – Cerro Bermejo si bien de la denominación de este último hito no estoy del todo seguro. En la ruta de wikiloc que sigue exactamente el mismo recorrido que hicimos, se indica «Cerro Montefrio»: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=119275

En esta ocasión acortamos la ruta para terminar a la hora de la comida, puesto que se trataba de un domingo especial, de los de comer en el campo y reunirnos y en el que la excursión es algo opcional.

Aquellos que optamos por hacerla comenzamos el trayecto justo desde la zona de las mesas dispuesta en el área recreativa y seguimos el carril que hay unos metros más arriba. Dicho carril hay que abandonarlo más adelante para alcanzar unas edificaciones que hay justo en la base de la falda de montaña que vamos a ir ascendiendo. Toda la zona se encuentra bien trufada de pinos y encinas cuyo crecimiento esconde, muchas veces, nuestro sendero.

Nos cruzaremos una primera vez con el carril que dejamos anteriormente, que sigue ascendiendo haciendo un gran zigzag. En esta ocasión lo dejamos. Continuamos el ascenso y un buen tramo más adelante por segunda vez localizamos la misma pista. Esta vez sí la seguimos en dirección suroeste. El paisaje que se abre al norte es espectacular si el tiempo acompaña, como sucedió está vez. A lo lejos se aprecian Diezma, el Embalse de Franciso Abellán y un poco escorada al oeste, las estribaciones orientales de la Sierra de Huetor. Decidimos hacer una parada para desayunar en la zona.

bermejo00
Nuestras «jóvenes promesas» otean lo que queda de camino

Volvemos a la pista forestal y continuamos hasta el punto en el que se inicia el fuerte ascenso al Cerro Bermejo, unos 200 metros de fuerte desnivel que hay que tomarse con calma y cada cual a su paso. Ralea la vegetación por allí, limitada a los arbustos que se agarran al suelo.

bermejo01
Ya casi estamos en el puesto forestal

La recompensa se encuentra en la cima, con un puesto forestal desde el que se tiene un impresionante mirador tanto de la cara norte de Sierra Nevada (con buena luz y nieve la vista no tiene parangón) como de toda la región circundante. Eso sí, los vientos que acompañan siempre a esas alturas fuerzan a abrigarse un poco.

bermejo02
Al borde del precipicio
cerrobermejo
En la cumbre

Tras un buen rato de contemplar el paisaje es hora de ponerse en marcha de nuevo y desandar el camino. Al llegar a la base de la subida y contactar con la pista, tomamos un sendero que corre en dirección nor-noroeste y pasa por un cortijillo que hay por la zona. Se encuentra vallado pero hay una zona de acceso y otra de salida que se pueden trasponer, siempre dejando de nuevo cerrado. Nosotros topamos con uno de los cuidadores del mismo que nos facilitó el tránsito.

Aquí llegamos a la parte más complicada del trayecto. El sendero se pierde y debemos bajar al Barranco de la Cabaña, seguir en parte el mismo y después recuperar algo de altura a la derecha del mismo, para salir primero a un encuentro con la pista forestal y después a la carretera GR-3201. Seguimos la margen derecha de la misma aprovechando que no hay agua, puesto que por ahí pasaría la corriente del Río Morollón. En un momento dado debemos volver a la carretera y prácticamente ya estamos de regreso, justo a tiempo para disfrutar del trabajo que han hecho nuestros compañeros en el Área Recreativa.

bermejo03
¡A disfrutar!

Aprovecho para dar las gracias a Antonio, Victoria, Concha y a cuantos se encargaron de la logística relacionada con la preparación de la comida.

Cáñar – Puente Palo – Acequia Almiar

Excursión realizada el día 16 de octubre 2016.

Se trata de un trayecto de dificultad media-alta que da comienzo y finaliza en Cáñar. La distancia cubierta se situó en torno a los 20 km.

Excelente día el que disfrutamos los que decidimos acudir este domingo a Las Alpujarras y, en concreto, a este pueblo blanco asentado en las faldas de Sierra Nevada, no muy lejos de Órgiva.

Tras dejar los coches en el aparcamiento que hay justo al entrar en el pueblo, o bien en la primera curva del mismo, nos reunimos junto a la Iglesia de Santa Ana y dimos comienzo a la ruta, ascendiendo por la ruta de la Cañada Real de los Neveros, en dirección norte. Hay que tener en cuenta que los 6 primeros kilómetros del itinerario son todos de ascenso progresivo. 700 metros de desnivel que habrá que dosificar a base de pequeñas paradas para contemplar el magnífico panorama que se nos ofrece. En la lejanía, incluso, asoman tejados de Salobreña y detrás el mar.

canar001
Centenarios castaños ofrecen cobijo del sol y avisan de que se acerca noviembre

El camino se encuentra bordeado por encinas, castaños, algunos robles melojos y muy de cuando en cuando un nogal y de este modo nos topamos, tras varios cruces con una pista que va ascendiendo, con la Acequia de Barjas. Nosotros aprovechamos para desayunar en la era que hay cerca de una balsa de agua, pasadas un grupillo de casas dedicadas a la ganadería.

canar003
Poco antes de llegar a la era.
canar002
Se queda uno sin palabras para referirse a lo que se siente ante paisajes así.

Tras desayunar con calma, porque el lugar invita al descanso y la contemplación, nos ponemos en marcha y seguimos la acequia. Algunos tramos de la misma, pocos, se encuentran invadidos por maleza y hay que ir con cuidado, pero con paso seguro no representa peligro alguno.

canar004
Algún tramo difícil por la acequia.

Y volvemos a ascender, ahora con desnivel más pronunciado, superando los barrancos del Pasillo y del Nevazo.

canar005
Impresionantes colores de los helechos (foto sin retoque ni filtro)

En esa zona hay una bonita cascada aunque en esta ocasión caía poca agua por ella.

El siguiente punto que alcanzaremos será la Era Alta y continuando el ascenso, al fin, nos toparemos con una casa junto a la que pasa más ruidoso el caudal de la acequia. Ya falta muy poco para llegar al área recreativa de Puente Palo y dejar atrás la parte más dura de la excursión.

canar006

Cogemos la pista correspondiente al Sendero Sulayr (GR 240) y la seguimos durante un rato. Superamos el puente que da nombre a la zona (no, no es de palos) y que da paso de una orilla a otra de Río Chico.

canar007
Cartel explicativo. No seguimos esta ruta pero se aprecia Cáñar y el recorrido hecho.

Poco después nos salimos de la pista y ascendemos un poco por la izquierda en zigzag hasta llegar a la Acequia Almiar. Nos adentramos en un paraje maravilloso que a mí me dejó sin habla. Robles, robles y más robles, a través de cuyas hojas aterciopeladas salen rayos de sol de cuando en cuando, mientras a nuestra izquierda escuchamos el murmullo bajo del agua transparente de la acequia. Así, tres kilómetros. Indescriptible.

Salimos a una zona de prados que de nuevo nos deja disfrutar de impresionantes vistas. Por la zona no es raro ver algunas colmenas de abejas, trabajando al agradable sol de la tarde.

canar008
Colmenas y al fondo, detrás de las montañas, el mar surcado por un barco

Dejamos un tramo después el Sulayr puesto que se dirige a Capileira y nosotros tenemos intención de regresar a Cáñar. Tomamos dirección sur y nos dirigimos en ligero descenso hacia el puesto forestal de la Atalaya de Soportújar. Voy a resultar repetitivo pero de nuevo, las vistas panorámicas exigen una y otra vez la parada y la contemplación.

canar009
Contemplando el paisaje desde el vórtice geodésico de la Atalaya de Soportújar

Desde la Atalaya vamos en dirección más o menos suroeste y llegamos al tranquilo rincón que se eligió para asentar un centro budista (O Sel Ling). El primer hito que veremos del conjunto será la fuente y estatua de la diosa Tara, rodeado por una ligera valla protectora que hay que evitar dado que está ligeramente electrificada para evitar la entrada de animales.

canar010
Diosa Tara, si no me equivoco en su versión Buda de la actividad iluminada

Conviene advertir a todo excursionista que se plantee seguir nuestra ruta que esta zona está dedicada a la meditación y el silencio. El lugar está abierto a todo el que quiera pasear pero se espera que lo haga con respeto y en silencio para no perturbar a los que han decidido dedicar un tiempo al retiro.

canar011
Estupa vista desde la parte superior

Hecho el apunte, seguimos. Descendemos por el caminito bien marcado que parte de la valla de entrada a la fuente y llegaremos, primero a una estatua de Buda en una vitrina, después a una estupa y finalmente a la enorme campana, la rueda de oraciones, pensada para girarla y rodearla. Acaba así nuestro recorrido por el centro budista y tomamos un sendero a la derecha que dando una curva se irá dirigiendo sur-noroeste.

El resto del camino resulta fácil de seguir una vez se llega al Dique 24 (cuidado con asomarse porque tiene una altura considerable) y se continúa en dirección al pueblo. Aparte de algún tramo de pendiente, casi todo el camino resulta llano y cómodo.

Finalmente nos adentramos en el pueblo de Cáñar y alcanzamos de nuevo la iglesia, para irnos despidiendo del mismo, no sin pensar que habrá que volver pronto.

El Dornajo – Piedra Resbaladiza – Mojón del Trigo – Camino de las Sabinas

Excursión realizada el día 25 de septiembre 2016.

Se trata de un trayecto de dificultad media-alta que da comienzo y finaliza en la carretera A-4025, a pocos kilómetros de El Dornajo (Sierra Nevada). La distancia cubierta no pude medirla pero imagino que se situó en torno a los 20 km.

El itinerario de esta excursión era el originalmente previsto en la salida que hicimos el 15 de mayo y que se comenta en El Dornajo – Piedra Resbaladiza – Camino de las Sabinas

De hecho, casi toda la primera parte del mismo transcurre por el mismo camino, ascendiendo hasta el Refugio de San Francisco y girando después hacia Piedra Resbaladiza. En aquel entonces había nieve lo que dificultaba la ascensión e hizo preciso modificar el trayecto en parte. En esta ocasión no fue el caso.

En principio no me detendría demasiado en esa parte coincidente si no fuera porque tuve la ocasión privilegiada de contemplar el interior del Refugio de San Francisco.

resbala02
El vetusto y resistente Refugio de San Francisco.

Hay que recordar que se trata de un refugio perteneciente a la Sociedad Sierra Nevada y que normalmente se encuentra cerrado, salvo que alguno de sus integrantes lo ocupe. Por tanto, aprovechando la gentileza de los socios que allí estaban, hice algunas fotos en plan rápido del interior. La calidad de las mismas no es muy buena dado el contraste de luz y que hice las tomas de manera algo rápida y no hacen mucha justicia al ambiente cálido y agradable que se respiraba en su interior, pero sirven al menos para hacerse una idea.

resbala03
Puerta de entrada y pasillo de acceso
resbala04
Acogedor comedor/salón, con su chimenea encendida y todo
resbala05
Las paredes se encuentran llenas de recuerdos, fotos, recortes y diplomas
resbala06
Cocina
resbala08
La parte superior de la cúpula sirve de dormitorio
resbala07
Escalera de acceso a la cúpula

Una vez bajamos a la estribación del río San Juan y la superamos, comenzamos a ascender en dirección a la tremenda y fascinante Piedra Resbaladiza.

resbala10
Ascendiendo poco a poco

Su nombre nos retrotrae muy lejos en el pasado, cuando en Sierra Nevada enormes glaciares cubrían sus cimas y valles. Esta enorme roca tuvo que soportar el desplazamiento de los mismos y por ello terminó, con el paso de los siglos, adquiriendo un tacto liso y pulido salvo donde se resistían los pequeños granates.

piedrarafa00
En primer término Piedra Resbaladiza. En la parte superior, el Mojón del Trigo y el observatorio
resbala11
En esta otra roca cercana a Piedra Resbaladiza, se pueden apreciar perfectamente los efectos de las morrenas. Incluso se ven las estrías del movimiento.

Dejamos atrás estos testigos del pasado y seguimos el ascenso en un desnivel total en torno a los 400-500 metros.

resbala12
Prosigue el ascenso

Y de este modo alcanzamos la zona al parecer llamada Hoya del Moro (no confundir con la de la Mora, que anda cerca), regada por el joven, a esas alturas, San Juan.

resbala13
Remanso del río San Juan

Desde este punto giramos en dirección noroeste y nos dirigimos al Mojón del Trigo y al viejo observatorio, que anda ahora restaurado.

piedrarafa01
Sendero hacia el observatorio

La parte de ascenso finaliza aquí y nosotros aprovechamos para comer junto a los peñones de San Francisco, junto al Albergue Universitario. Al terminar retomamos el camino pasando por el propio alto de los Peñones de San Francisco y dirigiendo después nuestros pasos hacia el camino de las Sabinas. Como su nombre indica, los matorrales de sabinas cubren buena parte del recorrido, tapan en algunas zonas el sendero y resultan algo incómodas para pantalones cortos o para las pobres patas de nuestro acompañante canino (el bueno de Siro).

resbala14

Tras el paseo que nos lleva justo a una de las curvas de la carretera de la Sierra comienza el descenso pronunciado que nos llevará a un frondoso bosque de pinos. Por el camino dejamos a los lados agracejos, matas de rosas silvestres y, por el suelo, de cuando en cuando, bonitas flores de crocus.

resbala01
Crocus
resbala15
Rosal silvestre rodeado de agracejos

De este modo llegamos rápido a las ruinas del cortijo que ya se comentó en la entrada de mayo y cuyo tramo final coincide con el de esta excursión. Termina el descenso muy cerca de donde aparcamos los coches. Damos así fin a una salida especialmente grata por temperatura, paisajes y panoramas.

Aprovecho para dar las gracias a Rafael por sus fotos, dos de las cuales he aprovechado en esta entrada, a Luis por compartir sus conocimientos de geología y a Cristina por hacer lo propio con los de botánica.

Sierra Nevada verano 2016

Para ponerme al día comparto en este post imágenes correspondientes a otras dos excursiones realizadas a las cumbres de Sierra Nevada entre julio y agosto de 2016. En concreto pertenecen a una subida al Veleta y descenso hasta los Lagunillos de la Virgen por un lado, y una ascensión al Refugio (tristemente) abandonado de Elorrieta y paseo por la Laguna de Lanjarón.

sueltassierra01
Vista de la cadena montañosa entre Veleta – Los Machos – Mulhacén – Alcazaba
sueltassierra02
En dirección a los Lagunillos, que aún conservaban nieve

sueltassierra03

sueltassierra04

sueltassierra06
Refugio de Elorrieta
sueltassierra07
Vista de una de las habitaciones del refugio
sueltassierra08
Descenso hacia la Laguna de Lanjarón

sueltassierra09

sueltassierra10
Siemprevivas
sueltassierra11
Estrellas de las nieves acompañadas de pequeñas florecillas

Lagunas de Sierra Nevada

Con la llegada del verano cierta molicie se apoderó del autor de este blog por lo que se refiere a dar noticia de las excursiones. No obstante ni mucho menos dejaron de realizarse caminatas y salidas, buena parte de ellas por la alta montaña, con la idea de combatir los calores que aún no nos han abandonado.

Empiezo con esta una serie de entradas que no seguirán el formato habitual y en las que me voy a limitar a ponerme al día y ofrecer, a los interesados, algunas fotos de nuestra hermosa Sierra Nevada.

En esta ocasión me retrotraigo al domingo 26 de junio, cuando aún sobrevivían no pocos neveros en las cumbres. El itinerario que seguimos en dicha excursión comenzó en la Hoya de la Mora hasta llegar a la Carihuela.

verano201601
Todavía me pregunto a quién se le ocurrió el dibujo de esta señal

verano201602

verano201603

verano201604

verano201605

Luego algunos tomamos el camino de la cadena.

verano201606

verano201607

verano201608

Para descender poco a poco a las lagunas de las terrazas y más tarde a la de las cabras.

verano201609

verano201610

verano201611

verano201612

verano201613

Desde ese punto ascendimos el inefable Canuto.

verano201614

Y por la otra parte llegamos a las lagunas de Río Seco, que nos ofreció un paisaje simplemente espectacular a medio deshielo, combinando colores ocres, blancos y azules.

verano201615

verano201616

Desde allí, después de comer, ascendimos para recuperar el camino entre La Carihuela y el Mulhacén y nos dirigimos hacia la primera. Una vez en ese punto desandamos el trayecto hasta la Hoya de la Mora otra vez.

verano201617

Aproveché entonces para acercarme a la Virgen de las Nieves.

verano201618

verano201619

En los próximos días espero ponerme al día y dar cuenta de algunas de las numerosas salidas realizadas en julio e incluso en agosto, ya fuera de programa.