Excursión realizada el día 23 de octubre 2016.
Se trata de un trayecto de dificultad media-baja que da comienzo y finaliza en el Área Recreativa Fuente de la Gitana, cerca de La Peza. La distancia cubierta se situó en torno a los 10 km.
He dado el título a esta entrada de Fuente de la Gitana – Cerro Bermejo si bien de la denominación de este último hito no estoy del todo seguro. En la ruta de wikiloc que sigue exactamente el mismo recorrido que hicimos, se indica «Cerro Montefrio»: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=119275
En esta ocasión acortamos la ruta para terminar a la hora de la comida, puesto que se trataba de un domingo especial, de los de comer en el campo y reunirnos y en el que la excursión es algo opcional.
Aquellos que optamos por hacerla comenzamos el trayecto justo desde la zona de las mesas dispuesta en el área recreativa y seguimos el carril que hay unos metros más arriba. Dicho carril hay que abandonarlo más adelante para alcanzar unas edificaciones que hay justo en la base de la falda de montaña que vamos a ir ascendiendo. Toda la zona se encuentra bien trufada de pinos y encinas cuyo crecimiento esconde, muchas veces, nuestro sendero.
Nos cruzaremos una primera vez con el carril que dejamos anteriormente, que sigue ascendiendo haciendo un gran zigzag. En esta ocasión lo dejamos. Continuamos el ascenso y un buen tramo más adelante por segunda vez localizamos la misma pista. Esta vez sí la seguimos en dirección suroeste. El paisaje que se abre al norte es espectacular si el tiempo acompaña, como sucedió está vez. A lo lejos se aprecian Diezma, el Embalse de Franciso Abellán y un poco escorada al oeste, las estribaciones orientales de la Sierra de Huetor. Decidimos hacer una parada para desayunar en la zona.

Volvemos a la pista forestal y continuamos hasta el punto en el que se inicia el fuerte ascenso al Cerro Bermejo, unos 200 metros de fuerte desnivel que hay que tomarse con calma y cada cual a su paso. Ralea la vegetación por allí, limitada a los arbustos que se agarran al suelo.

La recompensa se encuentra en la cima, con un puesto forestal desde el que se tiene un impresionante mirador tanto de la cara norte de Sierra Nevada (con buena luz y nieve la vista no tiene parangón) como de toda la región circundante. Eso sí, los vientos que acompañan siempre a esas alturas fuerzan a abrigarse un poco.


Tras un buen rato de contemplar el paisaje es hora de ponerse en marcha de nuevo y desandar el camino. Al llegar a la base de la subida y contactar con la pista, tomamos un sendero que corre en dirección nor-noroeste y pasa por un cortijillo que hay por la zona. Se encuentra vallado pero hay una zona de acceso y otra de salida que se pueden trasponer, siempre dejando de nuevo cerrado. Nosotros topamos con uno de los cuidadores del mismo que nos facilitó el tránsito.
Aquí llegamos a la parte más complicada del trayecto. El sendero se pierde y debemos bajar al Barranco de la Cabaña, seguir en parte el mismo y después recuperar algo de altura a la derecha del mismo, para salir primero a un encuentro con la pista forestal y después a la carretera GR-3201. Seguimos la margen derecha de la misma aprovechando que no hay agua, puesto que por ahí pasaría la corriente del Río Morollón. En un momento dado debemos volver a la carretera y prácticamente ya estamos de regreso, justo a tiempo para disfrutar del trabajo que han hecho nuestros compañeros en el Área Recreativa.

Aprovecho para dar las gracias a Antonio, Victoria, Concha y a cuantos se encargaron de la logística relacionada con la preparación de la comida.